¿Quién lo diría? Tras la partida de jugadores que fueron vitales en el título logrado tres meses atrás como el ‘Lobo’ Ledesma, Lanzini y Carbonero, hoy River puede darse el lujo de decir que no los extraña. Claro, es que este equipo versión Marcelo Gallardo comprendió y captó la idea del técnico casi en tiempo récord.

Con la base que heredó de Ramón Díaz, el ‘Muñeco’ logró cambiar a tiempo, ajustar las piezas y convencer a sus jugadores de expresar en el verde césped el juego que siempre identificó al hincha de River. Presión constante, líneas adelantadas, equipo corto, laterales que van hasta el fondo, juego rápido y fluido en la mitad de cancha, y la cuota de gol que necesita todo buen equipo.

Lo que vimos tanto el pasado domingo en Mendoza, como la exhibición que disfrutamos ayer en el Monumental fue sencillamente espectacular. Un mimo al paladar del simpatizante riverplatense. Siete goles en dos partidos y con una diferencia de cuatro días nada más. Esto no hace más que darnos cuenta la confianza y el momento que está viviendo el equipo. Además, valorar la gran condición física que tienen nuestros jugadores para llevar a cabo el fútbol que desplegaron.

La pregunta que surge inevitablemente es, ¿podrá River mantener este nivel y esta intensidad a lo largo de todo el semestre? Por lo pronto, esperamos que no se vaya ningún futbolista más hasta año nuevo. El pedido a los dirigentes es ese: no desarmen más de lo que ya desarmaron esta fina orquesta. Pero claro, este reclamo resulta medio contradictorio ya que estamos a horas de que Éder Álvarez Balanta (¿acaso el mejor jugador que surgió de las inferiores en los últimos largos años?), arme las valijas para marcharse a Europa.

El nivel de muchos jugadores, en especial de mitad de cancha hacia atrás, merece recibir un llamado del flamante director técnico de la selección nacional. Sería un reconocimiento importante para ellos y para la propia institución. Es hora que la ‘albiceleste’ vuelva a nutrirse de jugadores del ‘Millonario’.

Como dijimos, el equipo está atravesando un gran momento y realmente da gusto verlo. El próximo paso será una buena medida para ver donde estamos parados. Visitaremos al nuevo campeón de América en su estadio y ante su gente. La ambición de seguir consiguiendo cosas está latente y, nosotros los hinchas, entusiasmados con levantar otra copa a fin de año.