Se había ilusionado el canotaje argentina tras las buenas clasificaciones a semifinales de sus tres representantes: Rubén Rézola en K1 dos metros, el equipo masculino de los 1000 metros de K4, y el femenino de 500 metros. 

Pero en las semifinales ninguno pudo pasar la marca que clasificaba a las finales y hubo "bronca", "sabor amargo", y hasta algunas lágrimas. 

Rézola, en K1 200m 

El santafesino Rubén Rézola, que en los 200 metros obtuvo un tiempo de 35.491 segundos y accedió a la siguiente fase, que se desarrolló este mismo viernes desde las 10:13.

Allí, el argentino corrió en el carril número 8 del Estadio de Lago. Pero tras una gran largada que lo tuvo primero durante los primeros metros, perdió velocidad y terminó en el séptimo lugar con un tiempo de 35.43 s. 

Y tras el final le pegó trompadas al agua.

Las chicas, eliminadas en semis

El cuarteto integrado por Magdalena Garro, Brenda Rojas, Alexandra Keresztesi y Sabrina Ameghino-, también se clasificó a semifinales en los 500 metros de K4. Pero allí terminaron séptimas en la Eliminatoria 1. 

"Dije que no iba a llorar", advirtió a cámara Sabrina Ameghino, pero no pudo contener alguna lágrima. "Sabemos que en los Juegos corren las mejores, y da bronca un poco no poder haber hecho la mejor carrera". 

Los chicos, sextos

El cuarteto compuesto por Pablo De Torres, Daniel Dalbo, Ignacio Cáceres y Gonzalo Carranza, terminó con un gran segundo puesto en su Eliminatoria  y pasó a semifinales. 

Pero allí acabaron en el sexto, en una carrera en la que entre el primero y el sexto puesto hubo solo un segundo de diferencia. "Frustración no, es impotencia, terminamos todos muy ajustados la final", explicó Gonzalo Carreras, aún con su remo en la mano tras la semifinal. 

Fue una mañana intensa para el canotaja argentino. El sábado desde las 10 se vuelve a correr, la Final B. Y habrá revancha.