"¡Estos son los Juegos Olímpicos. Tenemos que terminar!". Esas fueron las palabras de aliento que la atleta neozelandesa Nikki Hamblin le dijo a la estadounidense Abbey D'Agostino. Ocurrió en la pista este martes durante la carrera de 5.000 metros en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

La caída de Hamblin y luego de D'Agostino, que no la pudo esquivar, y su mutuo aliento marcó una de las historias de mayor nobleza en los que va de Rio 2016 que no hizo más que enaltecer el espíritu olímpico.

Como premio, aunque llegaron últimas, los jueces decidieron clasificarlas a la final, que será el viernes.

Sin embargo, este miércoles se supo que D'Agostino no podrá competir. Como resultado de la caída, la atleta sufrió lesiones de rodilla que la dejan fuera de competición, según informó la federación de atletismo de Estados Unidos en un comunicado.