A pesar de pregonar un bilardismo extremo donde el esfuerzo, la planificación y la preparación son preponderantes, Oscar Ruggeri no practica nada de eso en su rol de periodista.

Ni siquiera ve los partidos completos, -algunos directamente no los ve y se nota-, pero tampoco se empapa de la política interna de los clubes, de su situación económica o del funcionamiento de la AFA.

Sin embargo habla a destajo, porque su rol es el de operador no el de comunicador, y fiel a su lugar en el programa quiso aprovechar la oportunidad para pegarle a Juan Román Riquelme pero le salió el tiro por la culata.