Se jugaban 25 minutos del complemento. El partido estaba liquidado. 3-1 en favor del Atlético Mineiro. Pero lo mejor, aún, estaba por verse. Fue en ese momento cuando Jesús Dátolo agarró la pelota, burló un defensa del Flamengo con una jugada magistral y estampó el 4-1 definitivo.

Para el aplauso eterno.