“Lanús e Independiente era en Formosa y jugaron en La Plata, si esto se trata de gritar más fuerte lo hago porque yo no quiero viajar”, expresó con bronca Russo. El presente de Vélez se muestra gris, muy lejos de lo que supo ser hace menos de dos años con Ricardo Gareca.

Las culpas rondan para distintos lugares y el técnico optó por repartir responsabilidades del flojo rendimiento del equipo, que la última fecha empató 2-2 de local con Atlético Rafaela: “los chicos son muy cambiantes, dispersos, un día están bien y otro mal”.

Russo encuentra la explicación futbolística por el lado de que al equipo le cuesta todo lo referente con la experiencia: “cuesta lo más difícil, que es entender y leer los partidos teniendo en cuenta que eso viene con la experiencia. Por momentos se asustan porque el futbolista de esta generación piensa que llega a Primera y viene todo lo lindo”.

Mientras tanto, Vélez quiere evitar el viaje de la próxima semana a Formosa donde se medirá con Gimnasia por un lugar en los cuartos de final de la Copa Argentina.