Mauricio Macri reapareció en TN y fue noticia. Además de hacer un aprovechamiento político de la pandemia, de la foto del festejo de cumpleaños de Fabiola Yañez en Olivos, de victimizarse y de justificar la toma de deuda con el FMI, habló de Boca.

Claro, no se lo iba a perder en medio de la eliminación de la Copa Libertadores, la racha negativa y la salida de Miguel Ángel Russo. "Siempre pensé lo mismo: así cuando se gana es un trípode de dirigentes, cuerpo técnico y jugadores, cuando se pierde, la culpa es de todos. Sobre todo si nada arranca bien, si la dirigencia no tiene ideas claras ni convicción y firmeza para llevarlas adelante", dijo el expresidente del país y del club.

Macri gobernó Boca desde 1995 a 2007 y fue sucedido por su socio político-judicial, Daniel Angelici. Bueno, desde que Jorge Ameal y Juan Román Riquelme le ganaron en las urnas y sacaron al macrismo del club, Mauricio es un férreo opositor.

"Boca era un club muy ordenado. En el cambio de conducción... aparecieron muchos ruidos, por decirlo de alguna manera", dijo sobre la actual conducción. Y bajó la guardia cuando le sugirieron que la actual dirigencia no tiene las ideas claras ni es apta para conducir al club: "No es tan fácil. Siempre digo que el mundo está muy complejo. No es fácil dirigir ninguna institución".