La locura de los cuervos por alentar a su querido San Lorenzo en el partido más importante de su historia, se vivió en su máximo esplendor  este jueves. Apenas finalizó el encuentro de ida en Paraguay, los hinchas fueron hasta el predio Lorenzo Massa y acamparon durante 12 horas.
La cola de fanáticos, que comenzó en la calla Las Casas y siguió por Avenida La Plata, llegó a llenar diez cuadras de ilusión y alegría. Un hombre de 62 años,  emocionado, soltó:  “Estela dijo que no quería morirse sin abrazar a su nieto; yo no quiero morirme sin ver a San Lorenzo campeón de la Libertadores”.
Sin embargo, la algarabía de muchos se transformó en tristeza y bronca, ya que tras el comienzo de la venta de las 15 mil entradas, en pocas horas se agotaron, tanto las plateas para socios, como las populares para abonados.
Los hinchas criticaron la forma de venta. “En el último mes se hicieron siete mil socios nuevos  y puede ir al partido. Yo que soy socio desde 1995 no tengo entrada. No tuve ninguna prioridad”, expresó un cuervo enojado con la dirigencia.
Otro fanático se sintió burlado por el personal del club, que a las 7.30 de la mañana les aseguró que todos iban a tener su entrada garantizada.
Lo concretó es que no quedan más plateas y los socios siguen en la fila esperando la venta de populares. En principio sería el sábado, aunque ante tanta demanda, la apertura de ventanillas podría adelantarse.

La locura de los cuervos por alentar a su querido San Lorenzo en el partido más importante de su historia, se vivió en su máximo esplendor  este jueves. Apenas finalizó el encuentro de ida en Paraguay, los hinchas fueron hasta el predio Lorenzo Massa y acamparon durante 12 horas.

La cola de fanáticos, que comenzó en la calla Las Casas y siguió por Avenida La Plata, llegó a llenar diez cuadras de ilusión y alegría. Un hombre de 62 años,  emocionado, soltó:  “Estela dijo que no quería morirse sin abrazar a su nieto; yo no quiero morirme sin ver a San Lorenzo campeón de la Libertadores”.

Sin embargo, la algarabía de muchos se transformó en tristeza y bronca, ya que tras el comienzo de la venta de las 15 mil entradas, en pocas horas se agotaron, tanto las plateas para socios, como las populares para abonados.

Los hinchas criticaron la forma de venta. “En el último mes se hicieron siete mil socios nuevos  y puede ir al partido. Yo que soy socio desde 1995 no tengo entrada. No tuve ninguna prioridad”, expresó un cuervo enojado con la dirigencia.

Otro fanático se sintió burlado por el personal del club, que a las 7.30 de la mañana les aseguró que todos iban a tener su entrada garantizada.

Lo concreto es que no quedan más plateas y los socios siguen en la fila esperando la venta de populares. En principio sería el sábado, aunque ante tanta demanda, la apertura de ventanillas podría adelantarse.