Los colores celeste y blanco inundaron las calles de San Pablo. Algunos con las caras pintadas, arribaron bien temprano al escenario ubicado en el municipio paulista de Itaquera.

Familias enteras y grupos de jóvenes llegaron desde la estación terminal de metró Corinthians-Itaquera.



Argentina enfrenta a Holanda a partir de las 17 por un lugar en la final, que se llevará a cabo el próximo domingo en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, donde ya espera Alemania, verdugo del local Brasil con un histórico 7-1.