Nueva Zelanda sufrió más de la cuenta para llevarse el título. Dan Carter, ese exquisito jugador que lleva la diez en los All Blacks, tuvo que demostrar toda su capacidad con un drop que quedará en la historia, cuando los Wallabies estaban apenas a cuatro puntos de distancia.

Australia comenzó mal el partido, pero cuando tuvo un jugador más -Ben Smith vio la amarilla para los ganadores- descontó y quedó muy cerca en el marcador (21-17). Pero los All Blacks ajustaron las marcas y se decidieron a cerrar el partido: lo hicieron con el drop de Carter, un penal suyo y una conversión por el try de Barrett para el festejo final.