Los héroes del deporte más parecido a eso de juntarse con amigos alquilar una cancha y jugar a la pelota pisaron suelo argentino como campeones del mundo. 

El equipo dirigido por Diego Giustozzi aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza en la madrugada del lunes y fue recibido por cientos de familiares, amigos e hinchas en medio de un clima eufórico con banderas, cantos y mucha alegría.

El plantel nacional hizo historia el domingo al derrotar a Rusia por 5-4 en la final del Mundial de Colombia y consagrarse campeón por primera vez en la historia.