Tras el triunfo histórico de Jamaica ante Estados Unidos, Panamá estaba a punto de lograr algo similar ante México. Sin embargo entró el acción el árbtiro estadounidense Mark Geigger para cambiar el rumbo del partido, darle el triunfo al 'Tri' y desatar un escándalo.

La Selección panameña ganaba 1 a 0 y jugaba con diez hombres ya que había sufrido una expulsión. Iban 89', la hazaña estaba cerca, pero en la última jugada del partido Geigger cobró penal por una mano inexistente de Torres. Los dirigidos por Bolillo Gómez decidieron abandonar el campo de juego como protesta, pero cuando volvieron, Guardado cambio la falta por gol y estiró el partido a la prórroga.

Allí otra vez tuvo injerencia el árbitro, que le dio un nuevo penal a los mexicanos, para que dieran vuelta el marcador a través de Guardado y así clasificarse a la final. Geigger terminó huyendo a las corridas de los jugadores perjudicados que lo insultaban y le continuaban protestando.

En el vestuario los dirigidos por el Bolillo Gómez dejaron en claro su malestar y su bronca a través de un mensaje para la Concacaf.: "Ladrones, corruptos".