“Que baje Tagliafico”, cantaban los nenes sin parar, hasta que abrió la puerta y ahí estaba el lateral.

Visiblemente felices, los chicos exclamaron como un grito de gol cuando apareció el jugador de la selección.

El campeón del mundo se acercó y saludó a todos con un gesto afectuoso. Siguen los lindos momentos luego de la obtención de la tercera copa del mundo.