Sin dudas este 2015 quedará guardado en todos los corazones de la gente de Kimberley y en el recuerdo de todos los amantes del deporte que vieron como después de ocho años de monopolio de Pinocho y Boca, el trono cambió de mando y se tiñó de Celeste.
Primero fue con el Apertura, seguramente el más complicado ya que fueron 17 partidos, donde el equipo de Basile no tuvo lugar a bajar el nivel, y luego en la noche de ayer, donde tenía el desafío de recuperar el juego que lo llevó a aquél campeonato y superar nada menos que a  Pinocho, el último campeón y rival al que no le había podido sacar ni 1 punto en el año.
El partido se jugó en la cancha de Boca, esa misma donde el Celeste meses atrás había ganado su mejor partido del año y dio un paso enorme hacia el Apertura y muchas cosas tuvo en común aquél encuentro con el de ayer a la noche.
Los de Basile se defendieron bien, no dejaron jugar a Calo ni a Edu Villalva, los más desequilibrantes en el equipo de Urquiza y con una concentración extrema lograron pasar la menor cantidad de sobresaltos, y cuando sucedían , apareció la figura de Mandayo, pieza clave para cerrar el arco cuando su equipo más lo necesitó.
Si bien el que abrió el marcador fue Pinocho con el gol de Seba Corazza, rápidamente Kimberley lo dio vuelta con Persec y Albertini para cerrar la primera parte con la diferencia mínima a favor.
Desarrollo similar se había dado en Pinocho tiempo atrás por eso Basile y los suyos sabían que no había margen al error y así salieron a jugar la segunda parte. Pinocho tenía más la pelota pero Kimberley se defendía bien y amenazaba a Elias cada vez que salía.
Pinocho lo buscó pero chocó contra aquella defensa que también había brillado en aquella final con Boca, con Marcone como estandarte y con Basile y Albertini como referentes siendo los primeros en defender cada pelota como si fuera la última.
Nuevamente Persec puso el tercero para el Celeste, que aumentaría a cuatro con una sutil definición del "Polilla" Albertini aprovechando el adelantamiento de Elias.
Riente descontó y Pinocho pudo volver a descontar pero apareció Mandayo, quien se tomó revancha del partido anterior con el mismo rival y pudo sumarse al grito de campeón.
Kimberley recuperó su mejor cara y volvió a hacer historia, ahora para ganar su primer copa Anual, la Julio Grondona y clasificarse por primera vez directamente a la Copa Libertadores de América.

Sin dudas este 2015 quedará guardado en todos los corazones de la gente de Kimberley y en el recuerdo de todos los amantes del deporte que vieron como después de ocho años de monopolio de Pinocho y Boca, el trono cambió de mando y se tiñó de Celeste.

Primero fue con el Apertura, seguramente el más complicado ya que fueron 17 partidos, donde el equipo de Basile no tuvo lugar a bajar el nivel, y luego en la noche de ayer, donde tenía el desafío de recuperar el juego que lo llevó a aquél campeonato y superar nada menos que a Pinocho, el último campeón y rival al que no le había podido sacar ni un punto en el año.

El partido se jugó en la cancha de Boca, esa misma donde el Celeste meses atrás había ganado su mejor partido del año y dio un paso enorme hacia el Apertura y muchas cosas tuvo en común aquél encuentro con el de ayer a la noche.

Los de Villa Devoto se defendieron bien, no dejaron jugar a Alan Calo ni a Edu Villalva, los más desequilibrantes en el equipo dirigido por Facundo Ruscica y con una concentración extrema lograron pasar la menor cantidad de sobresaltos, y cuando sucedían , apareció la figura de José Mandayo, pieza clave para cerrar el arco cuando su equipo más lo necesitó.

Si bien el que abrió el marcador fue Pinocho a tarvés de Seba Corazza, rápidamente Kimberley lo dio vuelta con goles de Diego Albertini y Martín Persec para cerrar la primera parte con la diferencia mínima a favor.

Desarrollo similar se había dado en Pinocho tiempo atrás por eso Basile y los suyos sabían que no había margen al error y así salieron a jugar la segunda parte. Los de Villa Urquiza tenían más la pelota pero Kimberley se defendía bien y amenazaba a Santiago Elias cada vez que salía.

Pinocho lo buscó pero chocó contra aquella defensa que también había brillado en aquella final con Boca, con Pablo Marcone como estandarte y con Santi Basile y el capitán Albertini como referentes siendo los primeros en defender cada pelota como si fuera la última.

Nuevamente apareció el goleador, Martín Persec capturó un rebote y se fue mano a mano para anotar el tercero, luego la cuenta aumentaría a cuatro con una sutil definición del "Polilla" Albertini aprovechando el adelantamiento de Elias.

En el último minuto Mauro Riente descontó y Pinocho pudo volver a marcar pero apareció Mandayo, quien se tomó revancha del partido anterior con el mismo rival y pudo sumarse al grito de campeón.

Kimberley recuperó su mejor cara y volvió a hacer historia, ahora para ganar su primer copa Anual, la Julio Grondona y clasificarse por primera vez directamente a la Copa Libertadores de América.