Hay una nueva estrella en la NBA. El base Kyrie Irving, de 22 años, anotó anoche 55 puntos en la victoria de Cleveland ante Portland por 99-94 y marcó el récord individual en lo que va de la temporada.

Ausetne LeBron James por una lesión en la muñeca derecha, Irving no sólo fue el líder del equipo, sino que tuvo la mejor noche de su carrera. Fue el octavo triunfo consecutivo de su equipo, segundo sin la máxima figura de la liga estadounidense.

El base de los Cavaliers la rompió y quebró la mejor marca hasta entonces, que eran los 52 puntos del escolta Klay Thompsom, de los Warriors de Golden State, y del base Mo Williams, de los Timberwolves de Minnesota.

Su proeza, además, entró en la historia grande de la NBA. Irving también se convirtió en el cuarto jugador en la historia de la liga en anotar 55 puntos a pesar que su equipo no superó las 100 unidades. De esta formar se unió a George Mikan (1952, 61 puntos), Michael Jordan (1987, 56) y LeBron James (2005, 56), mientras que se convirtió en el quinto que con 22 años o menos lo consigue.

Los números de su noche son simplemente espectaculares. El joven anotó 17 de 36 tiros de campo, incluidos 11 de 19 en triples -nueva marca de equipo- y estuvo perfecto (10-10) desde la línea de personal. Además, bajó cuatro rebotes, repartió cinco asistencias y robó dos pelotas.

A pesar de la inspiración encestadora de Irving, los Trail Blazers le facilitaron el camino con una pésima defensa y la falta de acierto del base Damian Lillard, falló 15 de 19 tiros de campo y del alero francés Nicolas Batum, 5 de 8, sin que el entrenador de Portland, Terry Stotts, confíe en los jugadores del banquillo.