Lamentablemente, la violencia dio el presente nuevamente en el fútbol argentino. Esta vez el motivo de los violentos fue la pelea interna entre dos facciones de la barra brava de Nueva Chicago.

En la tribuna se vieron violentos enfrentamientos que se replicaron también fuera del estadio. Entre los involucrados se pudieron ver palos, cuchillos, piedras y armas de fuego.

El encuentro también debió ser suspendido a los dos minutos del primer tiempo. A pesar de los violentos enfrentamientos, el partido continuó un tiempo después.

Una vez que los focos se contuvieron y la Policía Federal dio las garantías del caso, se retomó el encuentro, tras cinco minutos de zozobra, y sin saber el estado de los agredidos.