Los hinchas de Racing revolean la camiseta, festejan, incrédulos, la victoria de un clásico contra Independiente que quedará para la historia, el recuerdo será para siempre porque fue la hazaña de Avellaneda. El equipo de Beccacece venció, con dos jugadores menos, a su eterno rival 1-0 con un gol del Chelo Díaz. Increíble, realmente.

El clásico tuvo de todo: cuatro expulsados (Arias y Sigali en la Acadé, Cecilio Domínguez y Lucas Romero, en el Rojo), jugadores ensangrentados, tole tole, desaparición de pelotas, incertidumbre, sufrimiento y una celebración de locos, porque lo que vivió la gente de Racing en el Cilindro fue una locura.   

Fue un gran primer tiempo el de Racing. Superó a Independiente en todas las líneas e incluso fue más después de quedarse con uno menos por la expulsión de Arias. En igualdad de condiciones, la Academia redujo a su rival y convirtió en héroe a Campaña. Tocando, abriendo la cancha, buscando con remates de afuera, preciso... Pero le faltó ese golpe letal en el área.

Cuando la pregunta era cómo se rearmarían los de Beccacece con 10, Sigali le puso el codo en la cara a a Leandro Fernández en la primera jugada del segundo tiempo y la Acadé se quedó con 9 jugadores. Y sí, no le quedó otra que resignarse a reagruparse atrás y defender su arco. Aguantar.

Independiente tomó la pelota y las riendas del partido. Quiso desgastar a Racing, movió la pelota buscando alguna fisura. Se convirtió en un monologo -lógico- con la ventaja de dos hombres de más. Y Javi García empezó a ser la figura del partido con sus atajadas.

Al Rojo le faltó eficacia, lucidez y puntería. Fue bastante previsible ante un equipo que tenía 9 tipos que jugó compactado en el borde de su área. Racing lo supo aguantar y el Rojo no lo pudo ganar.

Pero todavía faltaba lo mejor. El final con un desenlace de película. Si bien Cvitanich toca la pelota con la mano debía ser anulado, en el único avance de Racing el Chelo Díaz piso el área y con un toque sutil -que pasó de caño entre las piernas de un defensor de Independiente- llegó el 1-0 del triunfazo de Racing, de la hazaña que quedará en el corazón de los hinchas para la eternidad.

La desesperación del Rojo terminó con dos expulsados y 9 vs. 9. Pero Racing ya había hecho todo lo que tenía que hacer. Y ganó el partido del años, de la década y para la historia eterna... 

Nota Olé