La Liga lituana de fútbol no es de las más ricas técnicamente pero suceden cosas que por estos pagos serían imposible de observar.

El delantero Koubas cabeceó un centro de esquina, la colgó de un ángulo y como no tenía con quien abrazarse, se sentó en la platea y se aplaudió por la definición.

Jamás visto. Imperdible.