El responsable del único gol de la final del Mundo, Mario Götze, aprovechó el triunfo para darse un gustito luego del partido y se fue con su novia a navegar por las costas de Ibiza.

Junto a su pareja, Ann-Kathrin Brommel, el jugador alemán disfrutó del sol en un yate privado, se relajó y sin ver a las cámaras mostró la "suerte" que tuvo Alemania en la final.

Por otro lado,el mediocampista alemán Mesut Özil parece haber decidido gastar el dinero en algo más productivo y los 350 mil euros que ganó cada jugador los donó a las víctimas del conflicto en la Franja de Gaza.