Entre el cansancio y el intenso calor, River terminó los últimos minutos aguantando el cero en su arco y sufrió en el final, con la que tal vez fue la jugada más clara de Tigres en todo el segundo tiempo, aunque respiró gracias a Marcelo Barovero y a Leonel Vangioni.

El lateral primero falló, lo que le permitió a Jürgen Damm quedar mano a mano con el arquero. ‘Trapito’ lo espero al volante mexicano y lo ahogó, obligándolo a abrirse demasiado y a que tenga que enviar el pase atrás, en lugar de definir para el gol.

Cuando Damm mandó la pelota adentró, apareció el ‘Piri’, recuperado, para cerrar de forma magistral, y devolverle el aliento a todo River. Así, el conjunto argentino logró aguantar la valla invicta, para pensar en la revancha en el Monumental.