Tras la salida de Juan Román Riquelme quedó un vacío en el Mundo Boca y comenzaron las dudas de quién sería el que utilizaría la camiseta número 10, con la que el astro se convirtió en el máximo ídolo del club.

Se especuló con retirarla, o al menos guardarla por unos torneos. Sin embargo la AFA prohibió hacer eso, ya que obliga a utilizar números correlativos.

Los candidatos a ponérsela eran Jonathan Calleri (la utilizó en el amistoso frente a Nacional en Uruguay), Gonzalo Castelani, quien tiene características de enganche y hasta Fernando Gago.

Sin embargo, la decisión la tomó Carlos Bianchi. El mismo que en 1998 decidió dársela Riquelme, en esta ocasión optó y confió en el juvenil Luciano Acosta, quien más allá de la presión, será un privilegiado en heredar el dorsal de uno de sus ídolos.

Lucho jugó 17 partidos en la primera de Boca y convirtió dos goles. Lo curioso es que comenzará el semestre como suplente, ya que se está recuperando de una lesión.

En el torneo pasado fue la revelación del xeneize con lujos exquisitos (como el caño que tiró en la última fecha ante Gimnasia y Esgrima La Plata) y en este campeonato intenterá explotar definitivamente.