Una semana después de que Olvaldo le diera pasto a Desábato burlándolo como si fuera un burro, se dio una situación en la liga española con varios puntos en común. Orellana le tiró pasto a Busquets y se fue expulsado.

La historia del chileno frente al Barcelona fue un poco distinta. Al menos, si se tiene en cuenta que tomó un manojo más grande de pasto y se lo arrojó al del Barsa como si fuera una piedra y no como una cargada.

Por otro lado, el defensor del Celta de Vigo se fue expulsado y el delantero de Boca no recibió ninguna amonestación por su comportamiento.