El jueves, los hinchas de Boca que estaban en las playas de Copacabana, sufrieron un feroz ataque de la barra de Fluminense, quiénes se filmaron golpeándolos y robándoles sus pertenencias. 

Como si fuera poco, a los 10 minutos llegó la policía brasileña al lugar y reprimió con gases lacrimógenos y balas de goma. A la noche sucedió lo mismo, siempre contra los hinchas de Boca. 

CONMEBOL emitió un comunicado en sus redes, que suena a tibio, y convocó a una reunión de urgencia para atender, recién a dos días de la final, la seguridad en Río de Janeiro. 

"La CONMEBOL hace un llamado a los hinchas de Boca y Fluminense a compartir todos juntos los momentos de alegría y celebración que nos dan nuestro fútbol. Los valores del deporte que más nos apasiona deben ser inspiradores de conductas de paz y armonía. Por eso, repudiamos los actos de violencia y racismo que se puedan producir en el marco de esta final".