Manchester City no pudo romper el cero ante Wolverhampton, de la segunda división, durante 120 minutos y necesitó de los penales para avanzar a los cuartos de final de la Copa de la Liga.

El chileno Claudio Bravo atajó dos disparos y Sergio Agüero picó el último penal para salvar del papelón al equipo de Pep Guardiola.