El centro porteño se vio invadido desde tempranas horas del domingo por miles de personas que llegaron desde diferentes puntos de la Ciudad y el Gran Buenos Aires, para la final entre la Selección argentina y Alemania por la Copa del Mundo Brasil 2014.
Los medios de transporte no daban a vasto. Subtes, micros, taxis y trenes llegaron repletos de hinchas ilusionados albicelestes que se acercaron para disfrutar de este histórico evento. Miles de camisetas, papelitos, bocinazos y gritos de furia colorean la previa del partido.
Los bares y restaurantes porteños se preparan también para recibirlos.

El centro porteño se vio invadido desde tempranas horas del domingo por miles de personas que llegaron desde diferentes puntos de la Ciudad y el Gran Buenos Aires, para la final entre la Selección argentina y Alemania por la Copa del Mundo Brasil 2014.

Los medios de transporte no daban a vasto. Subtes, micros, taxis y trenes llegaron repletos de hinchas ilusionados albicelestes que se acercaron para disfrutar de este histórico evento. Miles de camisetas, papelitos, bocinazos y gritos de furia colorearon la previa del partido.

Los bares y restaurantes porteños se prepararon también para recibirlos.