El campeón de la Champions League empezó con el pie derecho la final del Mundial de Clubes cuando a los cuarenta segundos Julián Álvarez marcó la apertura del marcador.

El goleador surgido en River mostró su olfato para estar en el lugar indicado en el momento justo, mandando a la red con el pecho el rebote en el palo de un disparo de larga distancia de Aké.