Belgrano de Córdoba le ganó uno a cero a Deportivo Riestra por la Primera Nacional en su reencuentro con su público, en el Gigante de Alberdi, que tiene capacidad para 30.000 personas.

Pero el partido quedó en el historial, tapado por la dramática falta de previsión, control y desidia de los organizadores que mostraron un estadio prácticamente repleto, sin distancia entre los hinchas.

El aforo es del 50% de los estadios para todos los clubes, pero Belgrano marcó un camino de incorrección que, dada la historia de nuestro fútbol es difícil que sea el único que decida hacerlo, haciendo estéril cualquier norma de prevención de la transmisión del virus.