"Yo sabía que iba a llorar", dijo Dani Vega en la previa del partido ante River, en el que había anunciado sería el último, como lo soñó: con Platense en Primera.

No es la primera vez que llora por el 'Marrón': en 2017 cuando una noche le hizo tres goles a Colegiales y se convirtió en el goleador histórico del club, también lloró. 'Trapito', de 39 años, metió en total 86 goles en 245 partidos con la camiseta que amaba el 'Polaco' Goyeneche. En seis etapa logró además, dos ascensos. 

Es prócer en Vicente López, Saavedra y alrededores. A partir del lunes asumirá como secretario técnico en el departamento de fútbol que dirige el mánager, Juan Amador Sánchez.

Se fue de la cancha con River ganadno 1-0, se abrazó con sus compañeros y lo aplaudieron hasta los de River, Pinola y Enzo Pérez, de manera sentida. 

Vega es mucho más que un jugador de fútbol, es contador también, carrera que estudió mientras jugaba en el ascenso. Vistió otras casacas -Emelec de Ecuador, Los Andes, Huracán, Talleres de Remedios de Escalada, San Martín de Tucumán, UAI Urquiza y Almirante Brown- y es ejemplo de profesionalismo, competidor, fidelidad y sentido de pertenencia.

Sus lágrimas lo pintan de cuerpo entero.