El andar cansino del Kun le quitó emoción al momento, incluso se pudo ver cómo le hacía un chiste a Pep Guardiola antes de sentarse en el bando de suplentes (el entrenador catalán podía haberlo puesto de titular y sacarlo para el aplauso como se estila en nuestras canchas).

Pero el apoyo recibido de parte de sus compañeros, quienes le hicieron el tradicional 'pasillo' para despedirlo, y las banderas alusivas -algunas incluso escritas en español- le subieron unos grados a la temperatura del estadio.