“Es una situación jodida, que no la esperaba. Pensé que iban a ser quince días y que, después, se iba a retomar lo que uno estaba haciendo. Se me hace imposible porque yo solo tengo la entrada del fútbol. No tengo nada extra que me pueda ayudar”, contó Juan Barbas, excompañero de Diego en el Mundial juvenil de 1979 y en la Copa del Mundo en España en 1982.

“Con lo último que recibí, que fue el sueldo de febrero, pagué el alquiler. Te digo la verdad, esta semana fui a comprar hígado, que me sale 100 pesos el kilo y con eso tiro. No quiero dar lástima, es la realidad de lo que estamos pasando. A la noche, cuando me hago un té o un mate cocido, me digo: ‘¡Pero, che, yo tengo que comer!’ Entonces, la cabeza te empieza a maquinar, viste".

A pesar de su pasado como jugador exitoso que lo llevó a Europa, la actualidad lo encuentra en una situación muy distinta, y necesitando que Almirante Brown le pague su sueldo: “Sé la situación del club y del fútbol en general, pero la verdad es que la estamos pasando muy mal”.

Para Barbas el fútbol siempre fue su modo de vida: “Se me cruzó mil veces la idea de empezar a hacer otra cosa o dejar el fútbol, para buscar un ingreso fijo. Por eso, me pregunto ¿qué hago? Si la mayoría de las actividades están cerradas. ¿De qué voy a trabajar? Si de lo único que sé es de fútbol… Toda mi vida estuve detrás de la pelota. Ya no sé qué hacer, estoy desesperado. Pienso todos los días en cómo llegar a fin de mes. Yo estoy separado, vivo solo, tengo que pagar el alquiler, el auto y todo lo que significan los gastos de un departamento. Lo peor es que no encuentro respuesta. Llamé mil veces a los dirigentes porque me habían dado unos cheques que no pude cobrar y no tuve contestación. Encima te dicen que, por ahí, el fútbol vuelve dentro de tres meses. ¿Qué hago yo hasta septiembre? ¿De qué vivo? ¿Qué le digo al del alquiler? Y, si me prestan plata, ¿cómo hago para devolverla?”.