¡Chupate esta mandarina! Delirio, locura y carnaval. ¡Qué triunfo, papá! Como dijo el riojano más querido: mejor no se puede ganar. Un disfrute total. Diez largos años esperando esto. Una verdadera lástima que la gente del “más grande” no lo pudo vivir y gozar en la fría y callada Bombonera.

¿Quién lo hubiese pensado? Ni el más optimista hincha de River. Cuando el partido moría y tenía un amargo sabor a empate, Ramiro Funes Mori hizo todo lo contrario a su hermano (ese que erra todos los goles) y limpió el nombre de la familia. El ‘Mellizo’ se tuvo fe, anticipó a “mano de piedra” Orión y disfrazó de cementerio al chiquero. LTA a Crespi y el Tribunal de Disciplina por las dos fechas a Vangioni.

‘Manu’ Lanzini confirmó que no sólo no le pesa, sino que disfruta jugar en cancha de Boca: dos partidos, dos goles. Y de bonus track, una asistencia. Enorme partido del “Lobo” Ledesma. Presionó en todo momento, luchó, jugó y fue el estandarte de este gran triunfo. A sus 35 años, da cátedra de cómo debe jugar un volante central.

Barovero respondió cuando lo exigieron: gran atajada al potente cabezazo a contrapierna de Martínez en el primer tiempo. No se le puede reprochar nada en el golazo de Riquelme (¡¿Vieron donde la puso?! Qué crack).

El resto del equipo luchó, jugó y acompañó. Pero cabe destacar que en ningún momento se vio superado por el marco y la presión de estos partidos. En especial porque fue la primera vez en la historia que no hubo ni un riverplatense alentando al “Millonario” en terreno de “los primos”.

El primer tiempo no dejó casi ninguna acción de peligro en área rival. Prácticamente, la pelota no le llegó a los delanteros. Boca fue superior en el juego y tuvo más ocasiones. Mercado y Carbonero sufrieron una y otra vez al lateral Insúa por su sector. Por suerte, en el segundo tiempo se afirmaron en la marca y corrigieron sus defectos.

En la segunda parte llegó lo mejor. Ramón pegó unos gritos en el vestuario y el equipo se soltó. Conexión colombiana en el primer gol: de Balanta a Carbonero y de Carbonero a ‘Teo’. Luego vino la brillante definición de ‘Manu’. Si observan la repetición, nuestro zaguero llegó como Nº9 al área. ¡Vaya si se soltó el equipo! ¿No?

Y aquí viene lo que más resaltó del partido. Tanto que criticamos a este River por su falta de carácter y personalidad en los momentos claves. Bueno, finalmente este domingo apareció eso que tanto pedimos. Después del empate de ellos, los muchachos de Ramón reaccionaron rápidamente y no cometieron errores. Mantuvieron la calma y su plan de juego.

A pesar de las lágrimas y las quejas de aquellos que hoy están muy tristes, el “Millonario” pudo cortar una larga y fea racha. Merecido triunfo para todo el pueblo riverplatense, tan sufrido en los últimos tiempos. Una victoria que se hace más grande si tenemos en cuenta que enfrente estaba el mejor jugador de la historia de la contra, jugando en el patio de su casa.

Hoy el hincha del “más grande” disfruta, pero los jugadores no se pueden relajar. Este miércoles jugamos contra el mejor equipo del fútbol argentino en el Monumental. Ante Newell’s será una parada muy brava y otra prueba de fuego para este plantel. Las aspiraciones al título están más cerca que nunca. Ahora, hay que seguir demostrando en la cancha.

¡Vamos River, carajo!