Ante estas circunstancias, River primero intentará demostrar que las agresiones ocurrieron fuera del "anillo de seguridad del estadio", tal como se firmó en el tan mentado pacto de caballeros, para así deslindar al club de cualquier responsabilidad en el brutal ataque al micro de Boca.   

El reglamento habla de "inmediaciones al estadio", que según el operativo policial fue pactado hasta unos 500 metros del Monumental. Lo cierto es que los incidentes se dieron a 700 mts. 

El antecedente con agresiones fuera del anillo de seguridad que juega a favor de River

La existencia de un antecedente fresco de incidentes graves que no derivaron en una sanción deportiva para el club juega a favor de River: se trata de la final entre Flamengo e Independiente de la Copa Sudamericana 2017.

En aquella ocasión, el micro del club de Avellaneda fue atacado a pedradas por la hinchada local y el partido se jugó unas horas después. Claro que ningún jugador resultó herido, como sí le sucedió a Boca.

La Conmebol decidió sancionar a Flamengo -el partido se jugó normalmente mientras en las afueras del estadio se vivía una situación de caos- con 300 mil dólares y dos partidos a puertas cerradas en el Maracaná (el primero de ellos fue con River en la fase de grupos de la actual Copa Libertadores).