La Recopa ante el Paranaense fue el punto más alto de rendimiento del Oso Pratto en el año que se va.

Pero la fisura en el sacro que le quedó como secuela de la consagración le impidió ponerse en forma en la pretemporada y lo pagó durante el segundo semestre donde hasta perdió la titularidad.

Ahora quiere recuperar terreno perdido y no descansa ni el día de Nochebuena.