Otro hecho vergonzoso (y van…) ocurrió en el fútbol griego. En una nueva edición del clásico entre Panathinaikos y Olympiakos (los grandes de aquel país), que pelean palmo a palmo por el campeonato, se produjeron graves incidentes.

Los hinchas del Panathinaikos invadieron el campo de juego en la previa del partido y agredieron al entrenador y a los jugadores rivales en el calentamiento. Allí intervino la Policía local y la situación se calmó transitoriamente.

Pero los problemas no terminaron ahí: Panathinaikos ganaba con tranquilidad por 2-0, pero un gol del ‘Chori’ Domínguez en el tiempo extra generó una auténtica lluvia de bengalas por parte de la parcialidad local.

Vangelis Marinakis, presidente del Olympiacos, se mostró perplejo y horrorizado luego del partido. "Nunca me imaginé que vería lo que vi hoy. Era imposible de prever: en el momento que el equipo ingresó al campo de juego, hubo una invasión al campo de juego increíble. ¿Qué puedo decir sobre los objetos? Eran bengalas, uñas, piedras, botellas... Esto se sintió como el bombardeo a Irak", manifestó.