Los programas deportivos cada vez más abandonan el análisis mesurado de los partidos y se dejan llevar por el mal actual que azota a la televisión argentina: los programas de panelistas con bajo presupuesto y declaraciones explosivas para mantener viva la audiencia.

La compra de Fox Sports por parte de Disney terminó con la rigurosidad de ESPN donde desembarcaron los programas de debate. Pero el que había abierto el camino había sido TyC Sports, que no tenía derechos de televisación de ningún torneo y debió convertirse en una especia de Intrusos futbolero.

Así llegamos a estos tiempos, donde declaraciones como la de Diego Díaz no llaman demasiado la atención porque son parte del día a día de la pantalla deportiva.