Los hinchas suelen presumir de alguna virtud de su equipo, logros deportivos, clásicos ganados, acompañamiento de su hinchada, historia, estadio, entre otros.

Los xeneizes tienen en La Bombonera no solo un motivo de orgullo sino también un sentido de pertenencia.

Y Vicente Del Bosque -al darle un valor histórico de excepción, al considerarlo el estadio que encierra la esencia del fútbol- sumó otro jalón a ese sentimiento.