El lateral, pura energía, fue incapaz de quedarse quieto y seguir el partido como el resto de sus compañeros desde el banco de suplentes. El brasileño se levantaba, se sentaba, se volvía a levantar, se giraba, bromeaba con uno, vacilaba al otro...

El entrenador de arqueros , José Ramón de la Fuente, fue la principal 'víctima' de Alves. Especialmente la cabeza calva del técnico, que recibió varias collejas a lo largo del partido.

También el arquero Marc-André Ter Stegen sufrió en primera persona las bromas del brasileño quien hizo ver que iba a darle un puñetazo y en el último momento se pasó la mano por la cabeza. La cara de estupor de Ter Stegen ante el comportamiento de su compañero no tiene desperdicio.