Pablo Perez fue amonestado una vez mas y el entrenador, para evitar que lo expulsen, decidió reemplazarlo. El jugador, se fue enojado e insultando al banco de suplentes.

El volante empezó a jugar condicionado por la justa amonestación de Jorge Baliño, por reiteración de faltas. Este inconveniente no es nuevo y Arruabarrena hace tiempo que viene marcando este detalle no menor, el hecho de que un jugador siempre sume tarjeta. (tiene 17 amarillas y dos rojas desde que llegó a Boca).

Como Pérez jugaba al límite y con grandes chances de dejar con diez a su equipo, el 'Vasco' decidió sacarlo. El volante dejó en evidencia su calentura: al salir, meneando la cabeza. Y en el banco de suplentes, caliente, revoleando algo que tenía en la mano.