Comenzó la NBA con una gran paliza del último campeón Cleveland Cavaliers, y un rato más tarde, San Antonio Spurs mostró sus credenciales en Oakland, nada menos que ante el temible y candidato Golden State Warriors, al que venció 129-100 a domicilio.

En el Oracle Arena, el último subcampeón quería comenzar con el pie derecho ante el otro equipo fuerte de la Conferencia Oeste, pero el texano arrancó con un primer cuarto encendidísimo y dominó en todos los períodos sin bajar el acelerador, frente a un floja reacción del dueño de casa.

La bomba del mercado fue Kevin Durant, y pagó su contratación con 27 unidades, 10 rebotes y 4 asistencias para Golden State en su debut oficial, mientras que la figurita Stephen Curry aportó 26. El que no estuvo en sintonía fue Klay Thompson, que apenas sumó 11 tantos.

Lejos de las luces de los Warriors, los Spurs fueron un equipo con todas las letras, que descansó en la genial tarea de sus figuras, Kawhi Leonard, que fue el máximo artillero con 35 unidades; y LaMarcus Aldridge, que clavó 26 puntos y levantó 26 rebotes.

Pero además, en California hubo presencia argentina. Emanuel Ginóbili, en la que quizás sea su última temporada, comenzó a pura acción, contabilizando más de 20 minutos en cancha, en los que alcanzó 10 tantos, 5 rebotes y 2 asistencias.

Junto al bahiense, el que también estuvo en juego fue Nicolás Laprovíttola, que tuvo así su debut oficial en la máxima elite del básquetbol. El base de Morón saltó a la cancha por primera vez con la pilcha de los Spurs, y sumó sus primeros 3:41 minutos, en los que dio 2 asistencias.

De esta forma, las estrellas se apagaron en Oakland, y el llamado súper equipo quedó opacado por San Antonio, que fue un verdadero equipo y aplastó a Golden State en el inicio de la NBA. La acción para el texano sigue el jueves ante Sacramento Kings.