La ilusión de los hinchas de Boca por conseguir la séptima Copa Libertadores no se puede detener. Llegaron de a miles a Río de Janeiro y eligieron la playa de Copacabana como el lugar preferido para esperar la final en el Maracaná.

Lo que no contaban es con la violencia de la policía carioca contra todo aquel que vistiera una camiseta azul y oro, y la fiereza con que los barras de Fluminense los fueron a buscar para pegarles.

Chicho Serna habló con ESPN, mostró su preocupación por lo sucedido, y contó que están haciendo las gestiones con las autoridades de la ciudad y con los dirigentes de la CONMEBOL para que se pueda disputar el partido en paz tras la llegada de la Doce y su amenaza de revancha.