Cada vez que juega Nueva Zelanda en una competencia de rugby, el haka resulta un atractivo aparte. Esta vez, el ritual maorí casi termina de la peor manera.

Fue en un partido juvenil entre los All Blacks y los Wallabies. Los neozelandeses, antes de ganar 15-14, realizaron el baile característico, pero esta vez fue demasiado provocador.

Casi cara a cara con sus rivales, los jugadores australianos se sintieron desafiados, y tuvieron que interceder los árbitros para separar y que ritual no termine en una pelea.