El mediático DT, papel y teléfono en mano, se acercó al árbitro José Carreras para reclamarle que sí estaba habilitado, pese a su sanción orginial de una fecha, porque el club había pagado la multa correspondiente a la casa madre del fútbol argentino.

De entrada, el referí no quiso saber nada con atender la queja, pero ante la insistencia de Caruso Lombardi, finalmente accedió. El entrenador tomó su celular, llamó al Tribuna de Disciplina de AFA y el árbitro escuchó de parte de un miembro del organismo lo mismo que le decía el DT.

"No me dejaba estar en el banco. Llamé al Tribunal de Disciplina y lo hice hablar con uno de ellos. Si no llamaba, no entraba. El papel que tenía en la mano era de la AFA. La verdad es que fue cómico", contó luego Caruso entre risas.