Fue una humillación mediática pocas veces vista. Gustavo López creyó que tras burlarse de Ibai Llanos y recibir su contragolpe, podría hacer una nota con el español para subir el rating de su programa. Por eso comenzó pidiéndole disculpas por si lo había ofendido y en vez de recibir el consabido arreglo cordial tradicional de la televisión recibió las ironías del representante de una nueva generación que lo toma como parte del pasado.

Así lo dejó expuesto al demostrarle que no sabe nada de las nuevas plataformas de contenidos, que no tiene idea de lo que ven sus propios hijos y hasta se le rio en la cara cuando le dijo que no tenia nada bueno, ni ser hincha de Boca.

Pero la repercusión fue tan amplia que hasta en su propio programa el corresponsal de Rosario se animó a llamarlo 'Milanesa López' por como se dio vuelta frente a Ibai.