Hace instantes finalizó en el barrio de Palermo, la reunión entre Daniel Angelici, el presidente de Boca y Carlos Bianchi, con la intención de rescindir su vínculo contractual.

Luego del papelón que representó una derrota más en este ciclo ante Estudiantes en la ciudad de La Plata, el entrenador enfrentó los micrófonos y afirmó su postura, su convicción de revertir este ordinario presente.

Sin la presencia de los altos dirigentes (Angelici, Moscariello y Crespi) en el estadio, el 'Virrey'  solo contó con el aval de aquellos que sí desean su continuidad al frente del primer equipo: Horacio Paolini y Marcelo London. César Martucci, vicepresidente del fútbol profesional, dijo presente pero todos sabemos de la relación que lo une con el presidente de la entidad.

Así está Boca: tan dividido como israelíes y palestinos. Una relación de poco amor y mucho odio. Conveniencias políticas y decisiones que no tienen razón de ser. Así está Boca: partido,fracturado, sin salida.

La decisión está tomada. Mas allá de que no se animen a comunicarla. Estos dirigentes de Boca, no quieren, hace mucho tiempo a Carlos Bianchi, pero entienden que cargar con el costo político que significaría culminar su contrato, puede no tener vuelta atrás en el voto de la gente.

Lo contrataron por un grito popular, jamás por convicción. Nunca lo quisieron. Se vieron obligados por su incapacidad dirigencial. Daniel Angelici chocó la Ferrari. Un monstruo mundial. Boca le queda enorme a esta dirigencia, sin voz ni voto.

El equipo no reacciona y el técnico perdió la brújula. Los dirigentes no conducen y la institución sufre por incapacidades. Todas las decisiones fueron erróneas. Jamás se apostó por las inferiores. Se gastaron millones de dólares en jugadores que la historia se sorprende de observarlos vestidos de 'azul y oro'. Esto es Boca hoy. Un cabaret... aunque con un desorden bastante pronunciado en relación a los pubs nocturnos.

Bianchi, por ahora, sigue siendo el técnico de Boca, pero un resultado negativo en la 'Bombonera' el domingo ante Vélez, hace presagiar el desenlace de una historia que hace rato ha llegado a su fin.

Carlos Bianchi, el actual entrenador de Boca, que sigue en su cargo por la incapacidad de algunos y sin lugar a dudas, sustentado, por el peso de la historia.