Tras el empate 0-0 en México, lo primero que dijo el uruguayo es "se creen campeones", en referencia al equipo que comanda Marcelo Gallardo.

Pero el sacrificado volante del conjunto mexicano no se quedó ahí y aseguró que el árbitro favoreció a los de Núñez todo el partido. "El árbitro jugó para ellos, les dio un respiro. Es la primera vez que se detiene una final de Libertadores para tomar agua. A ver si en la Argentina nos paran el partido para abrigarnos. Contra Inter hacía más calor y no paramos", manifestó con ironía.

Además, salió al cruce contra Gallardo, quien había expresado que esta Copa Libertadores no se le puede escapar a River en el Monumental. "Anoche no ganó nadie. Si él piensa eso se equivoca. Les vamos a amargar la fiesta".

De cara al partido de vuelta del próximo miércoles, en el Monumental y a las 22, Ríos consideró: "La final está intacta, porque estamos a un gol del objetivo. Vamos a una cancha difícil y todos saben eso, pero si hacemos las cosas bien y si estamos tranquilos como lo hicimos ante ellos en la primera fase, sacaremos un resultado positivo. El grupo está convencido de eso".

El jugador de la selección uruguaya sabe de la enorme expectativa que hay en el país por la posible consagración de River en la Libertadores tras 19 años: "Ellos se creen campeones. Pero enfrente tienen un gran equipo y les haremos la vida imposible para que no les resulte tan fácil. Y les vamos a amargar la fiesta. Nadie nos tiene como favorito, vamos de punto y eso es bueno. Será importante que no les hagamos caso a los de afuera, porque son 90 minutos y no queremos alargue ni penales".

Arévalo Ríos, incluso, se animó a aventurar cómo será el partido revancha: "No creo que se dé un partido con muchas situaciones de gol, así que intentaremos aprovechar las nuestras. Era obvio que ellos de visitante iban a cerrarse y a salir de contra. Los de River la sacaban de primera y le pegaban a cualquier lado. Ahora los obligados son ellos, que tienen que buscar el partido".

Por último, el ‘charrúa’ volvió a quejarse y patalear con los árbitros y la organización: "Al ser invitados todo juega en contra y nos estamos acostumbrado a eso. Que no terminemos las finales como locales pese a que nosotros fuimos líderes del grupo y ellos segundos te cambia".