Cada vez que un equipo se queda sin entrenador, Gustavo Alfaro suena como candidato. Hasta Boca, tras la salida de Bianchi pensó en él como una posibilidad.

Su seriedad y constancia para trabajar e implementar una idea seduce a los dirigentes. En este caso fueron los de Tigre quienes lo contactaron -tras la salida de Fabián Alegre- y llegaron a un acuerdo con el exArsenal.

Alfaro, que no dirige hace cinco meses, mañana llegará al país, desde Estados Unidos, para terminar de concretar su arribo al club de Victoria (está todo acordado de palabra, falta la firma). Empezará a trabajar el próximo lunes, por lo que no estará en el banco ante River.