Fue un gran partido, un partidazo, de esos que la NBA suele ofrecer en estas instancias. Los Rockets comenzaron muy bien, con el grandote Dwight Howard como protagonista para adelantarse en el trámite.

Pero los externos de State asumieron enseguida el rol que les tenía preparado la película de la noche. Así, Klay Thompson y Stephen Curry, empezaron a meterla y revertieron el buen comienzo de los de Houston.

Ya con Pablo Prigioni en cancha, los rojos mejoraron en el trabajo defensivo. El cordobés aportó 4 puntos (2-2 en dobles, un intento de triple fallido), 1 rebote, 4 asistencias, y 1 falta, durante 15 minutos de juego.

Los visitantes fueron más en ese primer período y se fueron al descanso con ventaja de 31 a 24. En el inicio del segundo cuarto poco cambió. Un par de conversiones de Trevor Ariza rompieron la brecha del doble dígito y más tarde, un triple y una volcada de Josh Smith, más un contragolpe de Corey Brewer, dejaron una máxima de 16 puntos (49-33) ante un local que seguía fuera de foco.

Aunque sobre el cierre del primer tiempo, y con una formación baja, los amarillos empezaron a meterla, y a robar y a marcar. Así, terminaron 58 a 55 arriba antes de irse al descanso. Y encima se lesionó Howard en los rojos y todo pasó a depender de Harden, que aunque precisó (convirtió 28 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias), no pudo contra Curry y Thompson.

El último parcial arrancó con un Draymond Green clave en ataque, pero Harden con su desequilibrio individual mantenía cerca a la visita. El barbado escolta comenzó a montar un show en ofensiva, haciendo lo que quería contra Thompson y ayudado por un triple de Josh Smith, el marcador se igualó en 95.

Y quedó la sensación de que cuando más había que defender, Prigioni debiera haber estado en cancha, porque a Harden lo doblaban en defensa y no había casi otra opción. En cambio, entre Curry y las variantes de los State, el partido se definió para los locales en un final cerrado.

El show de Curry

Pero Curry la embocó de tres hasta cuando lo empujaron, llegó a los 34 puntos y las cámaras se quedaron con su pequeña silueta, su rostro aniñado y sus ojos claros. Fue 116 a 110 para los Golden State, que ponen la serie 1 a 0, y con esa ventaja, viajarán a Houston para jugar el segundo partido, el jueves, a las 22 hs.