Alfredo Cascini aún no comprendió que el resultado de la final disputada en Madrid es un estigma que acompaña al equipo azul y oro y pesa más que cualquier dificultad que pueda tener cualquier otro grande del fútbol local. 

En esa cruce hasta el Negro Bulos, confeso hincha de Boca, tuvo que ponerlo en su sitio.