“Es un tema totalmente desagradable y recurrente. Ya no tenemos tiempo. Hace cuatro meses levantamos la huelga, terminó el campeonato, estamos tratando de iniciar uno nuevo con una televisión nueva, con empresas nuevas, y siempre estamos discutiendo lo mismo", aseguró en declaraciones a TyC Sports. 

"Si el torneo arrancara el fin de semana, por supuesto que no empezaría", agregó el sindicalista.
  
El dirigente gremial, ex jugador de San Lorenzo, Platense y Gimnasia La Plata, señaló que por ahora no hay acuerdo entre la AFA, la Superliga y FAA, razón por la que reiteró que corre riesgo el comienzo del campeonato, programado para el viernes 25 de agosto.

"No están dadas las condiciones. Hay equipos que deben sueldos de mayo, junio y julio, primas y aguinaldo", puntualizó Marchi, para quien “hay un marco de desorden, de desorganización, de deuda y de irresponsabilidad" en el fútbol argentino.

El ex futbolista, quien viajó a Rosario para reunirse con el plantel de Newell's Old Boys por la deuda salarial, destacó que “hay varios clubes que manejan las reglas de manera distinta”.

“Newell´s le debe a casi 35 jugadores y trae 8 refuerzos. Es un disparate. Todos los dirigentes que conforman la liga profesional, me resisto a llamarla súper, de alguna forma acompañaron a este club en su endeudamiento. Ahora tienen que ayudarlo a encontrar soluciones”, puntualizó.

A falta de dos semanas para el arranque del torneo, Marchi volvió a exigir que los clubes deudores se pongan al día con sus planteles para no profundizar el conflicto.

"Los clubes que deben salarios no podrían jugar en ninguna división. Caso contrario, que jueguen sin refuerzos", manifestó el dirigente, quien agregó que que “vos no podés jugar sin pagar. Tenés que cumplir. Lamentablemente no hay un sistema de control en el cual se castigue al que no hace bien las cosas”.

Futbolistas Argentinos Agremiados exige que los clubes deban tener un libre deuda para poder empezar el campeonato y que a partir de diciembre haya sanciones fuertes a las instituciones que no estén al día, algo que dirigentes de la Superliga no aceptan.