"Alienten a Boca, no insulten al presidente" y "acá se alienta, no se putea a nadie" fueron las frases amenazantes que recibieron cientos de plateístas de Boca, quienes denunciaron en las redes sociales un apriete de los barras para que no insulten a Daniel Angelici.

Un episodio más que vergonzoso y penoso. Una muestra más de la mafia y la violencia que manejan el fútbol argentino y la libertad absoluta que tienen estos delincuentes disfrazados de hinchas.